jueves, 24 de enero de 2013

Análisis de poemas.


Tu cabellera

Déjame ver tus ojos de paloma
cerca, tan cerca que me mire en ellos;
déjame respirar el blando aroma
que esparcen destrenzados tus cabellos.

Déjame así, sin voz ni pensamiento,
juntas las manos y a tus pies de hinojos,
embriagarme, en el néctar de tu aliento,
abrasarme en el fuego de tus ojos.

Pero te inclinas... La cascada entera
cae de tus rizos óndulos y espesos.
¡Escóndeme en tu negra cabellera
y déjame morir bajo tus besos!

Manuel M. Flores



Análisis
Relación amor-locura-mujer-belleza-naturaleza
Hace una clara descripción de la mujer amada sobre  su belleza, dejando en claro lo que más le atrae.
Esta totalmente enamorado.
Hay una cierta imaginación al describir la belleza de su amada.
Para el ella es la perfección.
Le habla con palabras hermosas con el fin de enamorarla y de que lo deje estar a su lado.
El autor da a entender que por ese amor moriría.


 


Pasión

¡Háblame! Que tu voz, eco del cielo,
sobre la tierra por doquier me siga...
con tal de oír tu voz, nada me importa
que el desdén en tu labio me maldiga.

¡Mírame!... Tus miradas me quemaron,
y tengo sed de ese mirar, eterno...
por ver tus ojos, que se abrase mi alma
de esa mirada en el celeste infierno.

¡Ámame!... Nada soy... pero tu diestra
sobre mi frente pálida un instante,
puede hacer del esclavo arrodillado
 el hombre rey de corazón gigante.

                                                         Manuel M. Flores

Análisis
      Relación amor-mujer-pasión

El autor muestra otra postura más sobria de que está enamorado
Describe a la voz de una mujer como algo angelical y le dice que anhela escucharla, no le importa cómo pero quiere oír su voz
Lo hace sentir dicha y felicidad al estar con ella.
Pide por ella, le dice lo feliz que puede llegar a ser si ella le correspondiera.
Un cierto rechazo cuando dice “el desdén en tu labio me maldiga”.
Quiere tenerla siempre a su lado.
El autor dice que aunque él se valla al infierno, estará en el cielo pues ya contemplo su mirada.
Le pide una oportunidad para demostrar que de un esclavo, puede ser el rey de su vida.




A Rosario

Esta hoja arrebatada a una corona
que la fortuna colocó en mi frente
entre el aplauso fácil e indulgente
con que el primer ensayo se perdona.

Esta hoja de un laurel que aún me emociona
como en aquella noche, dulcemente,
por más que mi razón comprende y siente
que es un laurel que el mérito no abona.

Tú la viste nacer, y dulce y buena
te estremeciste como yo al encanto
que produjo al rodar sobre la escena;

Guárdala y de la ausencia en el quebranto,
que te recuerde de mis besos, llena,
al buen amigo que te quiere tanto.
                                       
                                        Manuel Acuña

Análisis
     En este poema nos podemos dar cuenta que él autor le escribe a un ex amor.
     Regresa al pasado recordando un amor que existió en su vida.
     Hace referencia al papel donde escribe el poema, quiere hacer notar que para el autor vale      mucho. 
     El laurel se refiere quizá a la victoria que obtuvo al tenerla en aquella noche. También dice      que este tarda mucho tiempo en crecer, ósea que se dieron tiempo e hicieron las cosas              poco a poco, y recuerda lo mucho que se entregaron los dos.
     Le pide que conserve el escrito para cuando lo necesite recuerde que no está sola, pues            tiene un amigo.






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